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Nuestros Negocios

Nuestros Negocios

Febrero 1997

Defenderse
de los
Impagados

La lista de disfraces con los que los cobradores tratan de llamar la atención es interminable, a cual más variopinto.

 

 

El ingenio se ha ido aguzando y así, el año pasado la Compañía Ejecutiva – fundada en 1988 – creó «el Monasterio del Cobro». La idea se les ocurrió en una reunión de la empresa celebrada en el hotel-monasterio del Paular, en la sierra de Madrid.

Esta nueva forma de hundir psicológicamente al impagado atrajo enormemente a todos los medios de comunicación que, con sus extensos reportajes, hicieron una publicidad de gran repercusión, a la vez que inesperada.
Si un día va por la calle y se encuentra a lo que parece toda una congregación de monjes franciscanos o capuchinos del siglo XVII persiguiendo a un elegante ejecutivo, no se extrañe.El marketing de fin de siglo obliga.

CASO ARNY

Perseguido…. no sólo por la Justicia

Un ejemplo bien claro de la morosidad en España lo tenemos en un personaje conocido por otros temas, aunque aún más tristes. El nombre de Carlos Saldaña es conocido por estar procesado judicialmente, acusado de proxenetismo infantil. Este empresario es propietario de, entre otras muchas cosas, el pub «Arny», local sevillano de ambiente homosexual. Pero como bien dice el refranero español «a perro flaco todo se le vuelven pulgas». En 1995, dos empresas sevillanas solicitaron los servicios de la Compañía Ejecutiva con objeto de conseguir saldar una deuda que sumaba 3.350.000 pesetas. El Moroso en cuestión era Carlos Saldaña, empresario que tiene negocios en sectores muy diversos. El acreedor había provisto a Azaroset, S.L. de materiales variados, desde chatarra a hielo. En el Registro Mercantil de Sevilla, la empresa tenía inscrito como objeto social el negocio de las máquinas recreativas y de azar, lo que no concordaba mucho con la realidad.

 

Otro delito que se le imputa es el timo conocido popularmente como «El Nazareno». Además, «El Monasterio del Cobro» ha demostrado, tras sus investigaciones, que no paga el impuesto de Actividades Económicas (IAE) por todas las operaciones comerciales que realiza.
Saldaña firmó tres pagarés por un total de 2.475.000 pesetas, los cuales no pudieron ser nunca cobrados, al estar sin fondos las cuentas bancarias del impagado.

LOS COBROS DE MOROSOS…

«Muchos clientes no pueden esperar durante dos o tres años a la vía judicial», comenta Juan Antonio Mondéjar, director general de la compañía el Monasterio del Cobro.
Si usted decide acudir a una empresa gestora de cobros, la primera acción que iniciará ésta será estudiar a fondo la viabilidad del cobro. Este primer informe resulta gratuito para el cliente. Si, como resultado del dossier, se prueba que el moroso tiene capacidad financiera
para hacer frente al pago de la deuda contraída, comienza una segunda fase.
Llega el momento de llamar al moroso. De una forma cordial y educada -todavía discreta-, se intenta concertar una entrevista. En esta reunión es donde se plantea las posibilidades y la forma de cobrar la deuda. En la mayoría de los casos es difícil que se llegue a un acuerdo entre ambas partes en esta primera etapa.
Si no «atiende a razones» y se niega a pagar, llega el momento de presionarle. Cada uno tiene su particularísima forma de actuar, siempre con el mismo objetivo: dejar en evidencia al protagonista, hasta que claudique y pague lo que debe. Este es el momento más duro: llega la hora de la paciencia y el bochorno de la víctima.
«En España somos muy valientes, y una paliza no amedrenta a nadie», afirma Mondéjar. «Es mucho más rentable jugar la baza de la vergüenza. Pese a lo que parezca, los españoles tenemos mucho más sentido del ridículo del que creemos».
En el caso del Monasterio del Cobro, una vez declarada la «guerra abierta» al deudor, aplican la fórmula que llaman «24 Horas». Los jueves se reúne la plana mayor de la gestora y después de estudiar la lista de impagados deciden quién tendrá el dudoso honor de sufrir el intenso seguimiento de esta curiosa «orden monacal». Se define a los morosos recalcitrantes. Es decir, aquellos que teniendo posibilidades suficientes para saldar la cuenta, se niegan a hacer efectivo el pago.
Dependiendo de si el débito es personal o por motivos profesionales, la persecución se hará en un ámbito u otro. Siempre es mejor hacerlo en el ámbito contrario al que se contrae la deuda, para lograr una mayor repercusión, y por tanto, mayor agobio del moroso.
Durante 24 horas el impagado será perseguido por tres o cuatro monjes con atuendos del siglo XVIII, que bajo el lema «no venimos a pedir limosna, venimos a cobrar», se convertirán en la sombra del moroso.
«Normalmente el impagado responde tras el 24H o antes de que termine, pero en otras ocasiones hay que realizar varios seguimientos», añade.
Esta compañía trabaja en toda España. Tiene delegaciones en Sevilla, Murcia y, próximamente, en Barcelona. «El moroso andaluz no es igual que el catalán, influye mucho el carácter de la tierra. Hay más impagados en el sur que en Cataluña», comenta el director general del Monasterio del Cobro.
En el momento de recuperar la deuda vale todo. Si el impagado no tiene suficiente liquidez, puede optar por entregar cualquiera de sus bienes. Siempre y cuando equivalgan a la cantidad a deber. Puede pagar con fotocopiadoras, vehículos, apartamentos, piedras preciosas, caballos, oro, equipos informáticos, pieles, etc, un sin fin de posibilidades.

Eva de Santos
Carlos Fdez. Guerra

 

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